Desde la distancia nos llegan las reflexiones de uno de nuestros bailarines. Que alumnos que están estudiando en Madrid hablen así de nuestra escuela es algo que nos llena de orgullo. Día a día nos implicamos en ser Muchomasquedanza.
Para mí la escuela es mucho más que lo que uno se imagina cuando oye esa palabra, pues, según el diccionario, escuela:
- f. Establecimiento o institución donde se dan o se reciben ciertos tipos de instrucción.
Y aunque sea una definición totalmente válida para los lugares normales, no es aplicable al Centro de Danza Sandra Santa Cruz. Y esto es porque, si bien bailar es una parte muy importante de lo que pasa allí dentro, no lo es todo. Con Sandra he aprendido a no tener vergüenza, a dar lo mejor de mí en cada paso, que los compañeros son ese apoyo que busco cuando me caigo y, aunque sienta que las cosas no me salen bien, no hay que dejar de intentarlo porque al final, y como tantas veces nos has repetido “sólo por pesado, el cuerpo te hace caso”.
No puedo evitar soltar una sonrisa trisfeliz (de esas que sonríes con emoción y nostalgia al mismo tiempo) cada vez que recuerdo el tiempo que he pasado allí, todos los buenos momentos que he vivido, la satisfacción personal de haber crecido no sólo como bailarín, sino también como persona, las carcajadas por un millón de historias que contar, todas ellas únicas y que no podría haber vivido de otra manera. Es algo que no te acostumbras a dejar atrás y una parte de ti siempre tiene ganas de volver.
La escuela, el ambiente con los compañeros y tú, todo ello marca. Incluso a pesar de seguir bailando en otra escuela, siempre habrá una vocecita en mi cabeza que suene como tú diciendo “Estira la espalda, la rodilla hacia atrás en los pasé, etc.” Y un millón de frases más que nos has dicho.
Lo único que puedo hacer es darte las gracias por propiciar que todo ello ocurra, por ser la clase de profesora que eres y con la calidad humana que tienes. Ojalá todo el mundo pudiera bailar contigo un tiempo, para poder entender lo que digo.
Muchas gracias por todo. Axel Matías Sarraillé.
Querido Axel
Desde lo más profundo de mi ser, ¡gracias por compartir tus reflexiones! No te imaginas lo que me emocionan tus palabras, sobre todo, porque sé, que salen de tu corazón. Que sientas «satisfacción personal de haber crecido no sólo como bailarín, sino también como persona» es justo por lo que llevamos tantos años luchando. La danza como herramienta educativa forma parte de la filosofía del Centro de Danza Sandra Santa Cruz. El desarrollo personal viene asociado al proyecto educativo y a la trayectoria de la escuela.
Reflexiones de este tipo son las que me convencen aún más que el camino que hemos elegido, ¡es el que queremos desarrollar!
Querido Axel, ¡gracias a ti por valorar la trayectoria de la escuela y asumirla como parte de tu vida!
Sandra Santa Cruz