Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, a pesar de lo que estamos haciendo con el planeta estoy feliz. Bruselas aprobó el pasado 28 de mayo que prohibirá los platos y cubiertos de plástico de un solo uso.
Esta medida evitará un impacto medioambiental que podría suponer además un coste de 22.000 millones de euros en 2030. La norma también reducirá las emisiones de CO2 en 3,4 millones de toneladas.
La meta este año es rechazar el plástico descartable. Según palabras del António Guterres, Secretario General de la ONU, el mensaje que han dejan claro en su post es simple: «Si no puedes reusarlo, rehúsalo».
Lamentablemente este material se ha vuelto imprescindible en nuestras vidas y lo peor es que el 50% del plástico que usamos a diario es de un solo de uso. A este alarmante dato hay que sumarle el agravante de que algunos piensan que retomar costumbres como volver a los envases retornables, es retroceder en el tiempo. Parece que aún no son conscientes de que «ese plástico que usamos tan a la ligera» forma el 85% de la basura marina.
La Unión Europea tiene el objetivo de trazar el camino hacia «un planeta más limpio y verde» y se ha propuesto para 2025 retirar hasta el 90% de las botellas de plástico de un solo uso.
Si los peces hablaran… hizo que fuese consciente de la gravedad que supone este terrorífico descubrimiento. De ahí que no esperásemos al 5 de junio para actuar e involucrarnos también en los «Talleres 3R+1» que diseñamos para la Concejalía de Medioambiente de Teror pues el reciclaje es fundamental para la sostenibilidad del planeta.

Fotografías: Ethel Bartrán.