Y como no podía ser de otra manera, festejamos el día del libro 2019 con nuestro alumnado que tanto ha colaborado para conseguir que nuestro cuento emocione, ¡a todas las edades! Nos sentimos muy orgullosos de poner en práctica los valores de nuestro Centro de Danza.
Cuando decidimos embarcarnos en esta nueva aventura nos planteamos varios reto y señalamos diferentes tipos de objetivos. Sin quitarle valor al primer objetivo de todos los libros, fomentar la lectura, decidimos alcanzar esa meta como consecuencia del resto. Sin duda, nuestra lectura es en pro de la sensibilización del mundo marino. Por ello, anhelamos que, los mensajes de Si los peces hablaran… se difundan por todo el planeta.
Ya en sí, la aparición de nuestro cuento es bastante atípica, por lo que, no había razón para seguir las normas. Que sepamos, ¡no existe ningún otro que se haya escrito tras la repercusión de su propio musical! Como consecuencia, decidimos basarnos en nuestra experiencia para marcar los objetivos prioritarios. En primer lugar, generar compromiso en quienes conocieran nuestra obra. Y, en segundo lugar, buscar la reacción de los más pequeños para que respetasen el medio ambiente.
Día del Libro 2019
Como no podía ser de otra manera y en agradecimiento al compromiso generado en la escuela, quisimos celebrar este día en el Centro. Fue todo un reto transformar nuestra inmaculada sala de baile en un lugar lúgubre lleno de contaminación. ¡Les aseguro que fue muy emocionante, a la par que excitante!
Dña. Paciencia, la tortuga más sabia de nuestro arrecife llegó nadando al encuentro de un alumnado infantil ansioso por conocer a la afamada tortuga. Por supuesto, los privilegiados en poder acudir a este encuentro tuvieron que «pagar su entrada» al mundo marino…
Conseguimos las dos cosas que buscábamos: dar una sorpresa a nuestro queridísimo alumnado en Día del Libro por tanto interés ha mostrado durante el proceso creativo y que fuesen los primeros en disfrutar del cuento. Fue nuestra manera de agradecerles tanta complicidad. Nunca olvidaré sus caras al ver el cuento y al tocarlo con sus propias manos.
¡Muchísimas gracias a todos los que se sumaron al evento y,
Sandra Santa Cruz
a la implicación de sus padres y abuelos, sin los cuales no hubiese sido posible!
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